¿Qué sería nuestra gastronomía sin los guisos? Sí, los guisos son parte importante de nuestra cultura gastronómica. A lo largo y ancho de todo el territorio, es posible encontrar un gran número de guisos de lo más variados. Si bien es cierto que los ingredientes pueden ser muy diferentes para unos y otros, hay algunos consejos que podemos seguir para poder hacer el guiso perfecto.
1. No tengas prisa
El mejor truco que podemos darte, aunque parezca obvio, es que tengas paciencia. El tiempo en un buen guiso es esencial. Por tanto, de nada servirá seguir los pasos si no lo hacemos con tranquilidad y tiempo suficiente. Cada cosa requiere su tiempo, y un buen guiso o estofado requiere de un fuego lento y pausado.
Si quieres añadir patata al guiso, recuerda ponerla siempre al final, con el tiempo suficiente para que ablande. Si la metemos en la olla muy pronto, se deshará y hará que el caldo espese demasiado.
2. Elige el corte de carne adecuado
El tipo de carne también es importante. No todos los cortes son aptos para un guiso o un estofado. Lo mejor es comprar la carne en una carnicería de confianza. Un carnicero te orientará un poco sobre qué tipo de carne comprar para el plato que deseas preparar.
Estos son los tipos de corte de carne que existen
3. No tengas miedo a especiar
Las especias no deben dejarse a un lado. El poder de las especias te ayudará a crear matices diferentes en tu guiso. Puedes emplear aceite de oliva, con una mezcla de hierbas aromáticas diversas e incluso frutos secos machacados.
Hay un truco muy interesante. Puedes hacer un bouquet garní o ramillete de hierbas aromáticas y atarlas, introducirlas en la olla y, posteriormente, sacarlo antes de servir.
4. Prepara la carne del guiso correctamente
En un guiso, aunque hay muchísimos ingredientes, la carne es quizá el más importante. Por este motivo, tratarla debidamente es esencial. Para hacer el guiso, lo primero que debes hacer es sellar esta carne antes de incluirla en la olla. Con ello ganarás en higiene y sabor. Hazlo en una sartén y después incluye estos trozos en el resto del guiso.
Esto no es lo único que puede ayudarte a hacer el mejor guiso. Además, también puede ser muy interesante que reboces en harina los trozos de carne previamente cortados y freírlos en la sartén. Si lo haces así, otro truco es reservar ese mismo aceite para añadirlo en la olla, ganará en sabor.
5. La salsa del guiso debe estar en su punto
Los guisos tienen una fórmula sencilla; los alimentos se cuecen en un medio graso para después hacerlo en un medio acuoso a fuego muy lento y durante mucho tiempo. De esta forma, podemos entender que la salsa que se obtiene de todo este proceso debe estar en el punto exacto. Si está muy acuosa, tendremos que dejarla más tiempo a fuego lento para que reduzca. Además, una vez esté preparado el estofado, deberás dejarlo reposar un poco. Durante este tiempo, la temperatura baja hará que la carne absorba el exceso de líquido.
6. El sofrito y el fuego lento son tus aliados
El fuego lento y el tiempo es muy importante, sí, pero no lo es menos el sofrito. El sofrito es la clave del sabor del guiso. Las verduras que uses para este sofrito deben ser frescas y estar bien pochadas antes de ser incorporadas a la olla.
7. El vino: una apuesta segura en cualquier guiso
No nos olvidemos del punto que le da el vino tinto o vino blanco a la preparación. Dependiendo del tipo de carne, será más adecuado usar un vino tinto o blanco. No obstante, lejos de lo que pensamos en muchas ocasiones, este vino, cuanta más calidad tenga, más sabor aportará al guiso. Así pues, nada de usar vino “peleón”. Si no te beberías ese vino en una copa, mejor no meterlo en tus platos.
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