Procedente de la cocina francesa, la quiche es una especie de tarta salada. Sus ingredientes básicos suelen ser los huevos batidos y una crema de leche fresca que se mezcla según el deseo de cada uno con verduras o productos cárnicos. Posteriormente se mete al horno hasta que los huevos cuajan y adquiere su característica forma de tarta.
Quiche lorraine: el origen
La palabra quiche proviene de la palabra "Kuchen", del dialecto lorenés que se traduce como pastel. La más famosa y típica es el quiche lorraine que viene de la región de la Lorena francesa y que se hacía simplemente con nata y huevos, a las que con el tiempo poco a poco se fueron añadiendo otros ingredientes como el queso rallado, o los tacos de panceta. La quiche lorraine es nombrada así por primera vez en el año 1605, en Nancy, capital de la región.
Otras variantes que han triunfado son la quiche vosgienne que lleva queso rallado, la quiche alsacienne que lleva cebolla frita, la tourangelle con bacon ahumado, la mediterránea que lleva una combinación de hortalizas típicas de esta zona, la quiche florentina con las espinacas como ingrediente principal...
En definitiva, podemos decir que hay infinidad de variantes de quiche, de hecho casi tantas como nos de la imaginación. Es esa variabilidad y el hecho de hacerse muy rápidamente las convierten en la perfecta comida o cena informal. Lo que nos da también opción a variar nuestra rutina de comidas de manera mucho más sana que acudiendo a la socorrida llamada a la pizzería.
Moldes bajos para la quiche
Para darle la forma típica se emplea un molde bajo, los hay de cerámica preciosos que reparten muy bien el calor y que hacen hasta innecesario el desmoldar la quiche para servirla, pero eso irá por supuesto al gusto particular de cada uno.