Seguro que más de una vez has oído o leído la palabra "pasteurizado", ¿verdad? Es una técnica muy habitual en los alimentos que consumimos y se trata de un procedimiento muy habitual, sobre todo en productos lácteos.

En Mami Recetas queremos que conozcas mejor qué es la pasteurización ya que es un término que se suele escuchar mucho en la industria alimentaria y que no todo el mundo conoce. Presta atención porque, a continuación, te desvelamos su significado.

La palabra "pasteurización" hace referencia al proceso de "pasteurizar". Es decir, se trata de un procedimiento en el que se aumenta la temperatura de un alimento que está en estado líquido. Este incremento alcanza la temperatura necesaria para que esté caliente pero sin llevar a hervir y se mantiene en este estado en un periodo reducido. Pasado este tiempo, el alimento se enfría de forma muy rápida.

El objetivo de la pasteurización no es más que el de eliminar cualquier microorganismo que pueda haber en el producto. Pese a ello, en ningún momento se cambian las características del alimento. Simplemente, se lleva a cabo un proceso de higiene y salud.

¿Qué se consigue con la pasteurización de los alimentos?

No tenemos que confundir la pasteurización con la esterilización puesto que son dos procedimientos distintos. Con la pasteurización no se destruyen las células de las bacterias, por tanto, su finalidad no es eliminar todos los agentes patógenos. Lo que se consigue con este proceso es reducir su presencia para que no produzca intoxicación. Sin embargo, no se elimina de forma completa.

Existen algunas voces detractoras en relación a la técnica de la pasteurización puesto que consideran que se puede llegar a destruir el componente vitamínico, así como modificar el sabor. Sin embargo, a día de hoy, estas hipótesis no han podido ser confirmadas.

Con la pasteurización se permite que la leche se pueda transportar y trasladar a diferentes distancias sin que se descomponga ni se estropee. Además, con esta técnica se permite que se eviten enfermedades como la salmonella, la fiebre tifoidea, la difteria, etcétera.