Muselina
Cuando hablamos de "muselina" es normal que, lo primero que se nos venga a la mente, es esa tela finita y ligera que usamos para vestir o para complementar nuestra apariencia. Sin embargo, si trasladamos ese término dentro del mundo gastronómico nos encontramos con que muselina es un tipo de salsa de origen holandés y que suele emplearse para acompañar diferentes alimentos, sobre todo pescados y verduras.
En Mami Recetas queremos que descubras qué es la muselina y que, así, sepas todos los secretos de esta deliciosa y ligera salsa. Por eso, aquí te hablaremos sobre esta receta pero, también, te indicaremos los pasos a seguir para que aprendas a hacerla en casa. ¡Presta atención!
Qué es la muselina: la salsa holandesa que tienes que conocer
Cómo ya hemos dicho, la muselina es una salsa holandesa que está pensada para acompañar alimentos suaves como, por ejemplo, pescados o verduras. Suele aportar un extra de cremosidad a cualquier receta ya que cuenta con ingredientes como nata.
Es un tipo de receta que es originaria del siglo XVIII y que, hoy en día, se ha convertido en una de las salsas más básicas de muchas culturas gastronómicas, entre ellas, la francesa.
Cómo hacer una buena salsa muselina
Si quieres aprender a hacer esta deliciosa salsa, tan solo tendrás que conseguir los ingredientes que te mencionamos a continuación:
- 200 gramos de mantequilla
- 3 yemas de huevo
- El zumo de medio limón
- Sal
- Pimienta
- Nata montada
Lo primero que debemos hacer es clarificar la mantequilla y, para ello, deberemos ponerla a baño María y dejar que se derrita. Con este sencillo paso, conseguimos que la parte más sólida del lácteo se quede en el fondo y, por tanto, nosotros solamente tendremos que recoger el aceite que haya soltado la mantequilla. Así, prepararemos una salsa ligera y suave.
A continuación, deberemos coger las yemas y mezclarlas con una cucharada de agua. Ahora, las pondremos al baño María y las batimos hasta que estén más espesa. En cuanto consigamos esta espesor. retiraremos del fuego y dejaremos que se enfríen ligeramente.
Después, agregaremos la mantequilla que hemos clarificado y montaremos la salsa, tal y como hacemos cuando preparamos mayonesa. Ahora, podemos añadirle la nata justo antes de servir ¡y listo!