Si nos atenemos a las definiciones de la RAE definiremos el proceso de licuar como “Convertir en líquido una sustancia sólida o gaseosa”. Una segunda definición es “Triturar uno o más alimentos, en especial fruta o verdura, hasta convertirlos en líquido, generalmente con una licuadora.”

En cocina se establece una sutil distinción entre los procesos de licuar y batir los alimentos. En realidad son muy similares, pero se realizan con diferentes medios lo que varía bastante los resultados.

Diferencia entre licuar y batir

Licuamos las frutas o las verduras, buscando extraerles la pulpa y transformarla en líquido. Para ello prescindimos de la piel, con lo que se pierden parte de las vitaminas y la fibra de los ingredientes. Licuamos frutas y verduras para hacer, por ejemplo, zumos y smoothies.

En cambio cuando batimos los alimentos no desperdiciamos nada, sino que aprovechamos todos los nutrientes, ya que lo que conseguimos es que se condensen o disuelvan.

Licuadoras

Obviamente para licuar utilizamos las licuadoras y para batir las batidoras. Las licuadoras son pequeños electrodomésticos que funcionan centrifugando las verduras y las hortalizas para conseguir extraerles el zumo.

Actualmente podemos encontrar una gran variedad de licuadoras en el mercado que vienen con un montón de funcionalidades ya programadas y nos permitirán hacer zumos, smoothies, batidos y cremas. Todos alimentos fundamentales para aquellos que estén decididos a llevar una vida sana.

No debemos lanzarnos a la aventura y comprar la primera licuadora que veamos sin pensar, hay muchas marcas de electrodomésticos que fabrican licuadoras y lo cierto es que varían bastante en cuanto a calidad, precios y funcionalidades. Por eso os aconsejamos hacer una pequeña investigación y ser realistas en cuanto al uso que le vais a dar, aunque sea un electrodoméstico pequeño si no la usamos más que una vez al año se convertirá en un estorbo en la cocina.