Gratinar
Un plato gratinado es un plato crujiente por fuera y suave por dentro. Un plato perfecto para que toda la familia disfrute del placer de la comida. Pero ¿sabes realmente cómo se puede hacer un buen gratinado? Es fundamental que conozcas todas las técnicas culinarias que existen y, por eso, aquí te descubrimos en qué consiste gratinar. ¡Ponte manos a la obra y aprende a preparar platos deliciosos!
¿Qué hacer para gratinar?
Para poder gratinar un plato es indispensable que usemos un ingrediente básico: el queso. Y es que, lo que gratinamos, es realmente el queso consiguiendo, así, un plato delicioso como lasaña de verduras o carne, canelones o macarrones. Pero ¿sabías que también se pueden gratinar otros alimentos que no son queso?
Cuando hablamos de que vamos a "gratinar" algo lo que indicamos es que vamos a usar una técnica de cocción en concreto. Normalmente se realiza en recetas al horno (ya que suelen tener funciones de gratinado) pero, también, se pueden usar otros utensilios como, por ejemplo, el soplete de cocina.
Características de un buen gratinado
- El objetivo de usar la técnica de cocina del gratinado es crear una corteza que sea crujiente y que esté doratida. Esta corteza actúa como una capa que cubre todo el alimento y, en cuyo interior, encontraremos una textura más suave y delicada.
- Lo más tradicional para poder gratinar un plato es espolvorear la capa superior con queso rallado. Esta técnica procede de la gastronomía francesa donde el queso ocupa una importancia muy destacada en sus recetas.
- Se puede optar por un gratinado tanto de recetas dulces como saladas. Por ejemplo, los "crumbles" son un tipo de dulce que cuenta con gratinado de frutas. Pero también, platos salados como pastas, pescados, verduras, etc., se pueden gratinar fácilmente.
- Servir en caliente: se recomienda que, para disfrutar bien de la receta, se sirva justo de inmediato. De esta forma se disfruta mucho más de la textura y la explosión de sabores del plato que hayas preparado.