Se trata de una de las técnicas de cocina de uso más habitual. Consiste es recubrir un alimento con pan rallado para luego freírlo u hornearlo. Se consigue que al hacerse el alimento quede crujiente por fuera y tierno en su interior, creando una agradable combinación de texturas en la boca.

Cómo se empana

Empanar es un proceso muy sencillo pero que requiere un orden para que el resultado sea plenamente satisfactorio.

• En primer lugar, debemos tomar el alimento que queramos empanar (la técnica es válida para carnes, pescados e incluso verduras) y salarlo.
• Después lo pasaremos por harina, eliminando bien el sobrante para que nos quede simplemente una capa muy fina. Por lo general se emplea harina de trigo, pero si queremos un resultado mucho más fino podemos utilizar harina de arroz, o si queremos conseguir otras texturas o sabores utilizaremos harina de garbanzos o de maíz.
• Batimos muy bien el huevo, tiene que quedar bastante líquido para que impregne de manera uniforme toda la superficie del alimento que vamos a empanar, en esto estriba que se adhiera por toda la superficie el pan rallado y nos quede una cobertura uniforme.





• Ahora es el momento de pasar por el pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien a toda la superficie. Podemos utilizar un pan rallado aromatizado, incluyendo ajo, cebolla, especies o hierbas aromáticas, e incluso frutos secos triturados o semillas.

Tipos de empanados

El empanado tiene algunas variantes como pueden ser:

• Empanado a la inglesa: es similar al que acabamos de ver salvo porque al huevo se le añade un poco de aceite o cerveza para hacerlo un poco más líquido y se incorpora también un toque de mostaza.
• Empanado a la milanesa: en este caso se siguen todos los pasos del empanado tradicional, pero al final junto con el pan rallado se añade queso parmesano rallado que le da un toque diferente al freírse.