Quizá no nos suene a muchos, pero la robata ya existía hace miles de años. Los japoneses ya cocinaban con esta técnica. Así, la robata, una parrilla especial, servía para asar carne y pescado en Japón hace ya dos mil años.
Qué es cocinar a la robata
En la cocina japonesa, cocinar a la robata implica usar mediante un método muy similar al de la barbacoa. La robata es un tipo de brasa, una especie de parrilla muy usada en la cocina callejera de Japón que aporta a los ingredientes un delicioso sabor ahumado.
La roabata-yaki hace referencia a la comida que se prepara frente a los clientes en las calles de Japón. Los ingredientes están colocados normalmente en brochetas. Se cocinan lentamente en una parrilla de carbón y hay que tener mucha destreza para hacerlo, conociendo exactamente el tiempo de cocción de cada uno de los ingredientes; y es que no es lo mismo cocinar marisco que verdura o carne.
Historia de la robata
El origen de la robata lo encontramos pues en Japón. Concretamente en los antiguos pescadores del norte del país. Estos pescadores necesitaban una forma de cocinar en sus barcas, por lo que guardaban las brasas en una caja de piedra para protegerlas del tiempo.
Original de Hokkaido, cuando el gobierno hizo una campaña para hacer más turística la zona, la robata comenzó a extenderse por todo Japón. Así, el primer restaurante robata abriría en Sendai, siendo seguido por un montón de restaurantes por Osaka. Ya en 1965, había más de 10.000 restaurantes especializados en este tipo de cocina en todo el país. Aún así, no es de extrañar que en el pueblo de pescadores Kushiro, en Kokkaido, sea el lugar en el que mejor se practique este tipo de cocina japonesa.