Cocinar a la piedra
Cuando vamos a un restaurante es común encontrar algunos platos típicos de la cocina. Uno de ellos son los alimentos cocinados a la piedra, una tradición muy antigua que tiene su origen en la gastronomía clásica del pasado. Pero ¿qué sabes acerca de cocinar a la piedra?
En Mami Recetas queremos ayudarte a que puedas aprender mejor esta técnica y, por eso, a continuación te daremos algunos consejos con los que podrás comprender mejor cómo se puede cocinar a la piedra.
Cocinar a la piedra, una tradición milenaria
Aunque ahora parezca que sea toda una exquisitez culinaria, lo cierto es que cocinar a la piedra es una tradición milenaria. De hecho, si lo pensamos con detenimiento, tiene toda la lógica del mundo: en el pasado, cuando no existían parrillas ni demás métodos de cocción, la piedra podría convertirse en un utensilio perfecto para cocinar y conservar los alimentos.
De hecho, se conoce que la piedra se usaba básicamente para conseguir cocinar los alimentos sin que estos entraran en contacto directo con las brasas de las hogueras. Eran las parrillas de la antigüedad y, esta técnica, aportaba un sabor muy peculiar y diferente a los alimentos.
Y de aquí es de donde surge la tradición culinaria actual de cocinar a la piedra. Fue una alternativa antigua que buscaron nuestros antepasados para poder preparar sus alimentos sin que se quemaran al entrar en contacto directo con el fuego.
Características de cocinar a la piedra
Estas son las características que debes cumplir para cocinar de esta forma:
- Piedra de granito o de lava: hoy en día se suelen usar piedras específicas para poder realizar estos platos. Normalmente suelen ser de granito o de lava y tienen un grosor aproximado de 4 centímetros.
- Una base de aceite: para conseguir conservar mejor la cocción a la piedra se suele untar la base con un poco de aceite o de mantequilla. De esta forma, se evita el deterioro temprano del material.
- Introducirlas al horno: para poder cocinar a la piedra se tiene que meter este utensilio en el horno durante unos 60 minutos a una temperatura de 200ºC, así, cuando coloquemos la carne o los ingredientes que cocinemos, se podrán elaborar rápidamente.
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