6 formas de corregir el exceso de picante en tus guisos
Hay personas a las que les gusta mucho el sabor picante. Pero conseguir calcular el nivel exacto de sabor picante adecuado para cada plato es algo complicado, porque depende mucho de los gustos de los comensales. Hay quien directamente no soporta el picante, pero a otras personas les encanta este sabor, y cuanto más fuerte mejor.
Lo cierto es que el picante tiene beneficios si se consume en su justa media, favorece la circulación sanguínea, ayuda en el proceso digestivo y tiene propiedades antiinflamatorias
Cuando vayamos a elaborar una receta de sabor picante, tenemos que tener cuidado con las cantidades que se aportan en la misma, porque a veces pueden quedarse cortas para nuestro gusto y en otras ocasiones pecar de excesivas. Probar el plato según vamos avanzando en su elaboración, nos irá ayudando en el proceso, pero aun así, a veces, podemos pasarnos de picante, al no calcular la intensidad de sabor de esa guindilla o pimiento. Por eso, está bien conocer alguna forma para corregir el exceso de picante para que nuestro plato no quede arruinado.
¿Cómo reducir el exceso de picante en tus platos?
Aquí podrás encontrar los mejores consejos para quitarle un poco de sabor picante a tus recetas.
Verduras y hortalizas
Integrar vegetales u hortalizas en el guiso. Determinados productos, como por ejemplo las patatas o las zanahorias son muy ricos en almidones y en azúcares. El almidón ayuda a dar cuerpo y espesar, con lo que el sabor queda menos concentrado sumando el efecto del azúcar de las verduras. Por eso pueden ayudarnos a combatir el exceso de picante en un guiso, añadir una patata en dados o, dependiendo del plato, un poco de arroz puede ser una buena forma de encontrar el equilibrio. Conoce los mejores espesantes naturales que puedes utilizar en tus recetas.
Frutos secos
Los frutos secos son ricos en grasas que pueden ayudar a combatir el sabor picante. Es decir, no añadáis cacahuetes enteros (aunque puede ser una innovación interesante), pero integrar en la salsa de tu guiso un poco de crema de cacahuete, unos gramos de almendras picadas muy finas o de sésamo tostado en esa vinagreta, pueden ayudar a combatir ese exceso de sabor picante.
Productos dulces
El sabor dulce es el opuesto del picante, por eso añadir un poco de azúcar, de miel o de sirope puede ser la manera de corregir el efecto de esa guindilla que se hace notar demasiado y anula el resto del plato. Esta solución será ideal para las carnes de cerdo, por ejemplo.
Lácteos
Seguramente, alguna vez habréis oído, que cuando algo pica mucho no sirve de nada tomar agua que aviva la sensación de quemazón, sino que hay que tomar leche. Lo mismo ocurre nuestros platos, añadir a la salsa un poco de leche, una cucharadita de yogur natural, un chorrito de nata, crema agria o un poco de mantequilla, pueden arreglar nuestro guiso. Otra opción igualmente válida ya que combina la textura de la leche con el dulce es usar leche de coco en los platos.
Aumentar la cantidad de caldo
Sí se trata de una sopa o de un guiso de tipo caldoso, lo más fácil siempre será aumentar la cantidad de caldo que difuminará el exceso de picante. Sería un recurso, en el caso de que te pases con el picante realizando receta de sopa de pollo que realices en tu casa.
Cítricos
Desde luego esta opción no sirve para cualquier guiso, pero si estamos hablando de una salsa, o una vinagreta que nos han quedado muy fuertes, un chorro de limón, de lima o incluso, un tomate cortado en dados, puede contribuir a eliminar ese picante de más.
¿Quieres sabes las mejores soluciones de urgencia para un bocado demasiado picante? Si aún con todos nuestros consejos un plato le resulta demasiado picante a uno de tus comensales puede aliviarse comiendo un poco de pan o de arroz, bebiendo un trago de cerveza, de vino, un vaso de leche o de agua azucarada, o incluso aclarándose la boca con un poco de aceite.