Pocos nutrientes cuentan con tan mala fama como las grasas. Sí, durante décadas se ha creído que tener una dieta saludable era tener una dieta libre de grasas. No obstante, y como veremos, esto no es del todo cierto. Las grasas son necesarias, ahora bien, el secreto está en encontrar las más naturales. La buena noticia es que en el tema de grasas para cocinar vamos a encontrar un montón de opciones en los supermercados.
Las grasas son necesarias para nuestra dieta
Las grasas no son malas para la salud. Es más, las grasas son necesarias para nuestro organismo. Son beneficiosas y cumplen funciones imprescindibles para que la calidad se vida sea buena. Aún así, no todas las grasas son buenas y siempre debemos consumirlas con moderación.
Trucos para reducir las grasas en tus comidas
Los especialistas aseguran que cada comida debe tener una ración de grasas en la proporción adecuada con el resto de los alimentos que ingerimos. Además, es imprescindible escoger grasas de buena calidad que no estén procesadas.
Aceite de aguacate
El aceite de aguacate es un aceite producido a partir del aguacate, como su propio nombre indica. Este es un alimento bastante graso, por lo que se extrae la pulpa carnosa para crear un aceite que, además, es uno de los pocos comestibles que no derivan de la semilla.
El aceite de aguacate es un aceite lleno de grasas saludables, que incluye también ácido oleico y ácidos grasos esenciales. Además, su consumo está relacionado con muchísimos beneficios para nuestra salud:
- El aceite de aguacate baja la presión arterial.
- Mejora los síntomas de las artritis.
- Crea mejorías en pacientes con psoriasis y otros problemas dermatológicos.
- Mejor la salud coronaria y reduce considerablemente el colesterol.
- El aceite de aguacate ayuda a absorber mejor los nutrientes de otros alimentos.
Aceite de oliva virgen extra
Es uno de los más famosos, y lo cierto es que es también una excelente opción. No sólo es necesario que sea aceite de oliva, hay que fijarse bien, debe ser virgen extra. El motivo es sencillo, estos aceites se componen de un 99% de grasas entre las que predominan las insaturadas. Además, posee omega 9, a diferencia del aceite de oliva refinado, y también posee más ácidos grasos, como el omega 6 o el omega 3. Por otro lado, este aceite también posee poliinsaturados que son bastante esenciales para nuestro organismo.
En otro orden, el aceite de oliva virgen extra está enriquecido con vitamina E, una vitamina que cuenta con funciones antioxidantes y polifenoles con potentes acciones antiinflamatorias.
Aceite de coco
Hay bastante controversia con este aceite, aunque hasta que los estudios sean más claros, lo cierto es que sigue siendo una de las opciones más naturales. El aceite de coco virgen extra, es, así, uno de los alimentos que más popularidad está tomando en estos últimos años.
Cuenta con ácidos grasos esenciales, entre los que destacan el ácido láurico y el palmítico. Además, es una grasa que se puede usar para cocinar, como el aceite de oliva virgen extra, y no sólo para consumir en crudo. El motivo es que soporta muy bien las altas temperaturas y no se deteriora al calentarlo.
Aceite de lino
El aceite de linaza se extrae de la primera presión en frío de la semilla de lino. Un aceite vegetal que cuenta con un sinfín de nutrientes, entre los que destacan los ácidos grasos esenciales como el Omega 3. Este ácido cuenta con propiedades antiinflamatorias capaces de mejorar la circulación y equilibrar el sistema nervioso.
Al contrario que en el caso anterior, este aceite es para consumirlo en frío, pues al calentarlo se oxida demasiado.
Ghee
El Ghee es una mantequilla que se consume en otros países como la India. Es mucho más saludable que la mantequilla que podemos encontrar en nuestros supermercados, y más aún que la margarina. Ha pasado por un proceso de cocción lenta para extraerle las sustancias menos saludables, como las toxinas y la lactosa. Cuenta con un sabor intenso, pero francamente delicioso.