No podemos negar que la patata es uno de los alimentos más usados en nuestra gastronomía. Es el ingrediente principal de platos y guisos con muchísima tradición, desde una tortilla de patatas o los huevos rotos con jamón, así como compañera inseparable de cualquier guarnición que se precie, la patata sirve, además, para hacer el delicioso y recurrente puré de patata.
No es de extrañar esa recurrencia, pues la patata es, además, uno de los ingredientes más económicos de la cesta de la compra. Un plato sencillo, económico y delicioso que podremos preparar en casa fácilmente. Ahora bien ¿sabemos hacer un puré de patata? Seguramente todos pensamos que sí, pero lo cierto es que hay muchos errores que se suelen cometer y que hacen que este sencillo plato no salga todo lo bien que podría salir.
No elegir las patatas correctas
Uno de los primeros errores a la hora de hacer un puré de patata. Quizá pensemos que cualquier patata puede servir para hervir y para hacer este puré, pero no es del todo así. No todas las patatas son igual de buenas para freír y definitivamente no todas quedan igual en un guiso. Por tanto, hay que elegir unas patatas determinadas para poder hervirlas y hacer el puré. Se trata de las patatas harinosas, es decir, patatas que nada tienen que ver con las patatas nuevas, que son las que solemos encontrar en los mercados más fácilmente. Ojo, tampoco es recomendable que sean patatas excesivamente viejas. Así pues, las variedades que mejor quedan en este plato son patatas como Desirre, Duchesse o Monalis. Además, debes escoger siempre patatas de un mismo tamaño, pues de otra forma la cocción entre ellas sería diferente.
¿Qué tipo de patatas hay y cómo se cocinan?
Preparar bien las patatas para su cocción
A la hora de cocer las patatas hay varios debates. Para empezar, algunos quieren cocerlas con piel, otros sin ella. No hay problema, se puede hacer indistintamente. Si cueces las patatas con piel, debes tener en cuenta que absorberá menos agua y perderá menos almidón. En el caso de que las peles, lo mejor será partirlas en trozos grandes, siempre de similar tamaño.
El tiempo de cocción será de unos 30 minutos. No obstante, para cerciorarnos tendremos que pinchar la patata con un palillo o con un cuchillo. Si el objeto que escojamos entra con facilidad, no hay duda, están listas. Pero cuidado, si nos pasamos de tiempo pueden estar excesivamente cocidas y la textura no será igual.
No dejes las patatas en agua al reposar
Otro de los grandes errores a la hora de hacer este sencillo plato, es dejar las patatas en agua una vez estén cocidas. Es un error. Lo mejor que puedes hacer es colarlas y dejarlas en la olla, pero sin agua para seguir preparando el puré.
Utilizar las herramientas adecuadas
Si quieres que tu puré de patatas quede esponjoso, no necesitarás más que un pasapuré o un tenedor. Estos dos utensilios son los apropiados para chafar las patatas poco a poco, siempre poco a poco. Si usamos batidoras o robots de cocina, estaremos machacándolas con mucha velocidad. El resultado será una crema de textura elástica, muy fina, pero con un acabado que nada tiene que ver con el que tiene un puré de patatas tradicional.
Consumir nada más hacerlo
Por último, otro de los grandes errores es guardar el puré para luego. Lo ideal en este plato es consumirlo al momento de prepararlo. De otra forma se quedará frío y apelmazado. Si lo calientas, no lo hagas en el microondas, caliéntalo siempre al baño maría para que no pierda la textura.