Qué duda cabe de que cuando alimentamos a nuestros pequeños queremos darles lo mejor, de forma que se diviertan comiendo a la vez que obtienen todos los nutrientes esenciales en la alimentación infantil. Por eso, es fundamental que la carne de pollo se encuentre entre los alimentos más destacados de su dieta para que crezcan sanos y fuertes, ya que es muy rica en proteínas de alta calidad. Además, es una carne fácil de digerir y con un gran porcentaje de vitaminas, sabrosa pero suave al mismo tiempo, cosa que gusta especialmente a los niños, por lo que siempre acertarás al preparar cualquier plato que se te ocurra.
Y aunque seguramente ya has elaborado infinidad de platos con los que tus hijos se han chupado los dedos, hoy te traemos una receta inspirada en las que aparecen en la web de Campofrío, en la que la pechuga de pollo es la estrella. Ya sabes, sana e irresistible. Te aseguramos que van a querer repetir.
Gusanitos de pollo relleno de queso al caramelo
En primer lugar coge papel y boli, porque estos son los ingredientes que necesitarás:
- Lonchas de pechuga de pollo
- Queso en porciones (los famosos quesitos)
- 2 huevos
- Pan rallado
- Zanahoria rallada
- Media cabeza de ajo (opcional, solo si a tus hijos les gustan los sabores fuertes)
- 80 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Medio vasito de caramelo líquido
Ahora que ya lo tienes todo, pasemos a la elaboración del plato:
- Amasa varios quesitos de manera individual, de manera que queden bien alargaditos, y enrolla cada uno con una loncha de pechuga de pollo. Puedes hacer tantos rollitos de pollo y queso como quieras (¡y tus hijos puedan terminarse!).
- Bate un par de huevos en un plato hondo y pon a calentar el aceite en una sarten.
- Baña los tubitos de pollo y queso que has elaborado en la yema de huevo que has batido anteriormente.
- Ahora rebózalos en el pan rallado, asegurándote de que toda su superficie queda bien cubierta.
- Cuando el aceite esté lo bastante caliente, fríe las cabezas de ajo si finalmente has optado por utilizarlas. Le darán un toque extra de sabor al aceite. Ahora espolvorea un poco de sal, añade los rollitos rebozados y deja que se vayan friendo.
- Ve dándoles la vuelta para que se doren bien por ambos lados.
- Cuando el pan en su superficie haya adquirido un color levemente tostado, pero no oscuro, retíralos. Una vez estén todos en un plato, con una cuchara sopera riega la parte de arriba de cada uno con caramelo líquido.
- Adorna tus sabrosísimos rollitos con trocitos de galleta simulando un par de ojos en un extremo; a continuación pon una pequeña cantidad de zanahoria rallada un poco más arriba de los ojos de forma que parezca un divertido flequillo naranja. Acabas de convertir unos rollitos de pollo en crujientes y simpáticos gusanitos rebozados.
A ver… Ummmmm, ¡pero si huele de maravilla! Aprovecha ahora que están calentitos y sírveselos a tus hijos antes de que se enfríen. El contraste del sabor dulce del caramelo con el salado del queso fundido de su interior, en combinación con lo crujientes que quedan gracias al rebozado, les volverá locos. Además, su forma les hará mucha gracia y estimulará su imaginación, así que además es un plato con el que se lo pasarán de maravilla.
Como ves es una receta de lo más sencilla que será un éxito absoluto cuando llegue el momento de cenar.