¿Cuál es la mejor manera de limpiar los mejillones antes de cocinarlos?
El mejillón es un molusco de consumo muy recomendable por su gran cantidad de nutrientes, tiene una alta cantidad de proteínas y muy pocas grasas, lo que lo convierte en un producto ideal para quienes busquen controlar su peso.
Aprender a cocinar los mejillones es muy sencillo y además rápido, sin obviar que también es un producto bastante barato. El único inconveniente que pueden tener y que muchas veces nos echa para atrás a la hora de comprarlos es que hay que limpiar los mejillones antes de cocinarlos y puede ser un proceso pesado. Por eso aquí os contamos la mejor manera de hacerlo.
Cómo preparar los mejillones antes de cocinarlos
Para empezar el mejillón es un producto que hay que consumir muy fresco, por eso lo mejor es comprarlos el mismo día que los vamos a consumir y hasta que nos pongamos a prepararlos debemos conservarlos metidos en un cuenco hondo, tapados con un trapo húmedo dentro de la nevera. No debemos meterlos en agua.
A la hora de empezar a prepararlos el primer paso es realizar una revisión meticulosa de cada mejillón, deshaciéndonos de aquellos que tengan rota la concha, tengan fisuras o directamente despidan mal olor. Los mejillones tienen que oler al agua del mar y sino están malos, y ciertamente consumir mejillones en mal estado puede causarnos una intoxicación seria.
Si nos encontramos con un mejillón que tiene la concha abierta no tenemos que tirarlo obligatoriamente, podemos probar a darle un pequeño golpe sobre una superficie y si se cierra es que está en perfectas condiciones para que lo usemos. Si no es así entonces lo eliminaremos.
Trucos para limpiar los mejillones antes de cocinarlos
No debemos olvidar que a pesar de su apariencia, los mejillones son un producto delicado, así que durante todo el proceso de limpieza debemos tratarlos con cuidado.
- En primer lugar los pasaremos bajo el chorro de agua fría del grifo, para quitarles todos los restos de arenilla y de impurezas sueltas que les puedan quedar.
- La siguiente fase es retirar las barbas de los mejillones. Muchas personas piensan que las barbas son restos de suciedad o de cuerdas que se quedan pegados a los mejillones, esto no es cierto. En realidad, las barbas son una parte fundamental de su propio cuerpo. Las barbas están formadas por filamentos llamados bisos y son generados por los moluscos bivalvos para poder sujetarse con firmeza a las rocas y no ser arrastrados por las corrientes (como curiosidad estos bisos fueron usados en la antigüedad para crear tejidos llamados seda de mar). Pues bien, lo mejor a la hora de limpiar los mejillones es recortarlos con unas tijeras muy afiladas, ya que si tiramos de ellos desgarramos la carne del mejillón.
- En el siguiente paso debemos utilizar un estropajo de alambre (un nanas) para ir limpiando las cáscaras de los mejillones, debemos frotar con suavidad hasta conseguir eliminar todos los restos orgánicos que se hayan quedado pegados a la cáscara del mejillón.
- Una vez hecho esto repetimos el proceso de pasarlos por debajo del chorro de agua fría del grifo asegurándonos así de eliminar todos los restos y la arena.
Cocinar los mejillones limpios
Ahora ya solo nos queda cocinarlos, para lo que los meteremos en un recipiente amplio donde tengan espacio para abrirse, el recipiente debe de tener tapa. Podemos verter un poco de agua en la base del recipiente y ponerlos al fuego, en unos cinco minutos estarán listos, lo sabremos porque las cáscaras se habrán abierto. Los que no estén abiertos no son aptos para el consumo así que debemos retirarlos.
Una vez que están abiertos podemos consumirlos así, acompañados de alguna salsa o utilizarlos para hacer recetas más elaboradas. En cualquier caso son un plato suculento.