A la inmensa mayoría nos encantan los postres. Un dulce después de comer o cenar siempre es bienvenido. No obstante, no hay que olvidar que el azúcar en exceso no es bueno. Teniendo en cuenta esto, nos encontramos con la fruta. Sí, es dulce, pero al contrario que los azúcares refinados, la fruta es realmente buena para nuestro organismo ¿por qué no incluir la fruta en tus recetas de postres? Te damos algunas ideas que pueden serte de mucha utilidad.
Enmascarar la fruta con otros ingredientes
No se trata de ocultarla, se trata de mejorarla. El chocolate negro es bastante mejor que cualquier otro dulce ¿por qué no unirlo a la fruta? Puedes, por ejemplo, cubrir diferentes piezas de fruta con chocolate negro añadirles frutos secos picados y meterlos en la nevera. Un buen crocante de plátano, de fresa o de pera. Además, no podemos olvidarnos de un postre típico que nos ayuda a comer más fruta. Una fondue de chocolate negro líquido y caliente en el que podremos mojar pequeñas porciones de fruta ¿Quién podría resistirse?
Gelatina con fruta
La gelatina es un postre que puede ayudarnos a incluir la fruta sin darnos cuenta. Preparar gelatina de sabores, o incluso con un sabor neutro, es fácil. Se vende en sobres o en láminas. Sólo hay que añadírselo al agua y dejar que se enfríe. Si a esta mezcla le sumas fruta en pequeños trozos, tendrás una gelatina Tutti Frutti de lo más original.
Para que la fruta no se quede en el fondo de la gelatina, tienes que esperar un poco a que la textura de la gelatina espese un poco. Entonces podrás colocar los trozos de fruta por capas o introducirla suavemente después. Recuerda siempre cortar la fruta en trozos pequeños para que al introducirla en la gelatina sea mucho más sencillo.
Helado de crema y leche con fruta
Hacer un helado casero con frutas es muy sencillo. Puedes, por ejemplo, tomar un yogur natural, añadirle trozos de frutas o batirlo para que queden integradas. Metiendo la mezcla en el congelador obtendrás un cremoso helado.
Otra manera de conseguir un helado casero de frutas es mezclar la fruta con la leche. Para darle más consistencia tendrás que añadir una yema de huevo cruda y batirlo todo. Edulcora con azúcar o miel. Congela la mezcla y tendrás un delicioso helado para tus postres.
Fruta asada para edulcorar tus postres
Las manzanas, fresas, melocotones o cualquier otra fruta asada lentamente pueden aportar muchísima azúcar natural. Al someter a estas frutas a una temperatura fuerte, terminarán caramelizándose. El resultado puede ser ideal para rellenar cualquier bizcocho, para mezclarlo con un yogur o comerlo junto a algún queso tipo mascarpone.
Ten en cuenta que para estas mezclas la fruta debe estar bastante madura. Además, no todas las variedades de fruta pueden servir igual. Una manzana verde no será tan apta como una ciruela, albaricoque, nectarina, plátano, mango o piña. También se pueden tostar directamente en la sartén para caramelizarlas.
Hacer composiciones con la fruta
Si tienes niños en casa y no hay manera de que se coman la fruta, hay muchas formas de hacerlo. Las que hemos añadido anteriormente pueden servir, pero si quieres que coman fruta de forma divertida y sin calentarte demasiado la cabeza, prueba a hacer composiciones de fruta.
Es muy sencillo, coge un plato y ponte a crear. Tus gajos de naranja, los trozos de kiwi o los plátanos, podrían crear una bonita palmera, un prado con animalitos pastando o unos divertidos pollitos. Todo depende de la imaginación que le pongas.
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