La deshidratación de alimentos es una técnica de conservación realmente antigua. Sí, antes de que existieran hornos, microondas y deshidratadores industriales ya se deshidrataban alimentos. Solemos encontrar fruta y verdura deshidratada en los supermercados, aunque el precio es alto. Si te gusta consumirlas, tranquilo, puedes hacerlo cómodamente desde casa. Es mucho más sencillo de lo que crees.
¿Qué es la deshidratación de alimentos?
Entendamos la deshidratación como una forma de preservar los alimentos. Esta deshidratación es una técnica mediante la cual eliminamos su contenido de agua. Por lo tanto, casi todos los alimentos con agua pueden deshidratarse.
3 trucos para deshidratar los alimentos en casa
La deshidratación sirve para preservar el alimento por más tiempo. Al quitarle completamente el agua, evitamos su descomposición y el crecimiento de microorganismos. Es una alternativa económica a los alimentos enlatados, y también más sana. Lo mejor de todo es que puedes hacerla en casa.
1. Deshidratar alimentos en el horno
La forma más sencilla de deshidratar un alimento en casa es mediante un horno. La fruta y la verdura quedan estupendamente deshidratándolas en un horno convencional. Ahora bien, debes saber que los hornos domésticos no vienen preparados para mantener la temperatura adecuada para la deshidratación suave. Esta temperatura está en torno a los 40ºC y la mayoría de los hornos cuentan con una primera cifra superior a los 40 e incluso a los 50ºC. No te preocupes, no es un problema. Es posible conseguir esta temperatura en en el horno con algunos trucos:
- Necesitarás un termómetro de cocina. Este termómetro puede ponerse dentro del horno para observar desde fuera la temperatura que alcanza. Intenta que sea un termómetro lo más profesional posible, no son caros y resisten el calor.
- Para controlar la temperatura de deshidratación de alimentos, sólo tendrás que poner el termostato al mínimo. Cuando llegue a unos 45º, introduce las bandejas con los alimentos y deja la puerta entreabierta.
- Los alimentos deben estar cortados finos, cuanto más finos más rápido se secarán y podrás almacenarlos mejor. Disponlos separados en la bandeja y ponla a una media altura.
- Dejar la puerta entreabierta ayudará a controlar la temperatura. Además, permite que el agua que el alimento va soltando salga fuera. Si ves que la temperatura sobrepasa los 49º apaga el horno y deja que se acerque a los 40ºC.
Para ser sinceros, es cierto que la deshidratación industrial alcanza temperaturas de hasta 70ºC. No obstante, a estas temperaturas se destruyen más vitaminas y enzimas. El proceso es más rápido, pero si queremos fruta y verdura deshidratada de calidad, mejor hacerlo así.
Si además tu horno cuenta con ventilador, el secado será mucho más rápido, gracias a las corrientes de aire.
2. Deshidratar como antaño, con el sol
Hemos dicho que la deshidratación de alimentos era una técnica muy antigua ¿Cómo lo hacían si no había hornos? Muy sencillo, con el sol. Así pues, tú también puedes hacerlo de esta forma:
- Lo primero que debes saber es que tardará más, eso es así. Es obvio que el sol no alcanza siempre la temperatura óptima para el secado.
- Podrías poner los alimentos a deshidratar sobre una bandeja. No obstante, es preferible que construyas un marco que sujete una tela metálica de mosquitera. Este marco permitirá que los alimentos permanezcan aireados por todos los lados. Cúbrelos con una gasa para protegerlos de insectos y coloca el marco en un lugar expuesto al sol.
- Debes darles la vuelta mientras estén al sol, por lo menos 1 o 2 veces al día. Además, tendrás que recogerlos por la noche, para evitar la humedad, y colocarlos al sol nuevamente al día siguiente.
3. Usar un deshidratador
No podemos negar que los avances tecnológicos nos han ayudado mucho en esto de la cocina. Sí, también hay un aparato para deshidratar alimentos, el deshidratador. Es una inversión muy interesante si te gustan este tipo de alimentos. Tienen mucha capacidad de almacenamiento y de una sola vez podrás secar mucha fruta, verdura e incluso carne.