La carne de vacuno es un alimento de lo más recomendable, siempre que se consuma con moderación. Es un alimento saludable y equilibrado, siendo una gran fuente de proteínas para nuestro organismo. Además, también cuenta con un montón de minerales, como el hierro, fósforo o el potasio, que son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Teniendo en cuenta esto, lo más importante aquí es si sabemos o no cocinar bien el producto. De nada servirá tener la mejor carne de vacuno si no sabemos tratarla como se debe. Te damos unos cuantos trucos para cocinar la carne de vacuno perfecta.
Conservación de la carne de vacuno
La conservación de la carne de vacuno será esencial para que no pierda sus propiedades y pueda ser un buen alimento. Es importante tener la carne siempre en el frigorífico, a una temperatura inferior a los 4ºC. Ojo, pues el plazo máximo para consumir carne que guardes en el frigorífico será de unos 3 o 4 días. En este punto, las carnes que tienen un recubrimiento mayor de grasa tienen más duración. La carne picada, por ejemplo, tiene menor durabilidad, de unas 24 a 48 horas.
Podemos decidir congelar la carne sin problemas. No obstante, si decides congelar la carne, tendrás que hacerlo por debajo de los -18ºC. En esta temperatura, la carne se mantendrá en perfectas condiciones durante meses. Normalmente se estima que no más de 6 meses.
Asimismo, para descongelar la carne, es preferible sacarla y dejarla en el frigorífico para que se descongele progresivamente.
Preparar y cocinar la carne de vacuno
Hay piezas que deben limpiarse más que otras. Los típicos chuletones, por ejemplo, pueden presentar partes oxidadas que hay que limpiar. Lo que está claro es que si la limpias con agua, sea la carne que sea, perderá sangre, y, por tanto, quedará más seca. Es mejor hacerlo con un papel de cocina.
Durante la preparación, la carne de vacuno puede ver afectadas sus propiedades. Su calidad nutritiva se altera y se producirá una merma de la pieza, pues va perdiendo agua. Cuanto más prolongado sea el tiempo de cocción, mayores serán las pérdidas nutritivas.
A la hora de salar la carne de vacuno, en los guisos será optativo hacerlo al comienzo o durante la cocción. No obstante, si utilizas el asado, la plancha o la parrilla, tendrás que salarla en el momento en el que la carne empiece el proceso de exudación. Este proceso hace que el líquido que se expulsa reparta de forma uniforme la sal sobre la pieza.
Una buena parrillada de carne de vacuno
Pocas formas de cocinar la carne de vacuno hacen que cuente con tanto sabor como hacerla en la parrilla, en la típica barbacoa. Para ello, debes preparar la carne. No tendría sentido que cuidaras todos los detalles de una barbacoa y que la carne, lo más importante, se sacara de la nevera y se pusiera directamente sobre las brasas. Esta no es la forma de hacerla.
La carne debe estar a temperatura ambiente por lo menos una hora antes de asarla. Es más, puedes tener estas piezas de carne cerca de las parillas para que así vayan sudando.
En el caso de que quieras aromatizar la carne, puedes meter alguna hierba aromática en los laterales de tu parrilla para que, de ese toque a la carne, nunca poner por encima.
El orden en la parrilla también es esencial. Deja las piezas en el centro y no tengas problema con el tiempo, poco a poco. En las zonas con menos calor, las más alejadas de las brasas, puedes colocar las piezas siguientes a asar, así irán sudando. No toques la carne constantemente, intenta no darle la vuelta todo el rato.