Aprende a hacer una auténtica sopa de ajo castellana

Angel Simon || Shutterstock

La sopa de ajo es una de las sopas más conocidas de nuestra gastronomía. Es una de esas sopas tradicionales que nunca fallan. Una apuesta segura como primer plato y, además, bastante económica, pues no requiere demasiados ingredientes. Además, podemos consumirla durante todo el año, aunque no podemos negar que con las temperaturas más bajas es cuando más nos apetece. Si bien es cierto que aprender a cocinar una sopa de ajo no es complicado, hay algunos trucos que podemos tener en cuenta para que nuestra sopa de ajo sea única y nuestros comensales queden completamente satisfechos.

La importancia del pan en la sopa de ajo

Además de ajo, ingrediente completamente imprescindible, la sopa de ajo lleva pan. Dicen que la corteza del pan puede llegar a estropear la receta. Por este motivo, en muchas panaderías venden pan especial para sopa. Un pan que cuenta con menos corteza y más miga. Ojo, pues este pan tiene que estar siempre un poco duro.

Dicen, también, que el mejor pan para estas sopas es el pan castellano, el pan de trigo blanco. Las rodajas adecuadas estarán entre 5 y 15 milímetros para que la sopa espese cuando el plan se ablande.

¿Agua o caldo para hacer la sopa?

Aunque podemos usar sin problemas agua, es más, en la receta original se hacía simplemente con ella, es cierto que puedes incorporar otras opciones. Por ejemplo, el caldo de ave le dará un toque bastante más potente. Además, si añades jamón picado o huevo cocido, como en una sopa castellana, el sabor será aún más fuerte.

Tanto si usas caldo como si decides usar agua, recuerda que el mayor de los trucos es que el líquido en cuestión nunca rompa a hervir durante el proceso de cocción.

Pasos necesarios para hacer la mejor sopa de ajo

Como comentábamos, la sopa de ajo es una receta sencilla y muy económica. No obstante, hay que dejar claro que, al ser una receta bastante extendida en nuestra geografía, hay muchas versiones y variantes.

La más sencilla llevaría como ingredientes:



  • agua (4 tazas)
  • ajo (8 dientes)
  • pan (1/2 barra)
  • huevos (2)
  • aceite de oliva
  • sal y pimienta.

Para hacer esta receta, que podemos decir sería la original, tan sólo debemos cortar los ajos en láminas o rodajas finas. El pan duro también deberá estar cortado en trozos no demasiado grandes.

  • Añadiremos los ajos para dorarlos un poco sin que lleguen a quemarse. Este paso es bastante importante; y es que muchas veces cometemos el error de dorarlos demasiado y podría pasarnos factura en el sabor final de la preparación.
  • Una vez estén dorados, los sacas de la sartén y los reservas. Al mismo tiempo, con ese aceite podrás echar el pan para se impregne y lo tostaremos durante un par de minutos.
  • Es momento de agregar el agua y dejar que cueza todo un par de minutos. Después, podrás añadir los huevos previamente batidos y dejar cocinar unos 3 minutos más.  Tras este tiempo, tu sopa estará lista para servir.
  • Como comentábamos, hay variantes a lo largo y ancho de nuestra geografía. Una de las más deliciosas es la que incorpora chorizo y jamón serrano. Para incluirla nada más sencillo como sofreír estos ingredientes junto al ajo y el aceite y luego incorporarlos a nuestro caldo para que pueda darle un toque diferente en el sabor.
  • Además, si no quieres añadir chorizo, una alternativa sería añadir un poco de pimentón rojo. El pimentón es capaz de dar a los guisos y sopas y sabor muy particular, que en ciertos momentos puede ser similar al que tendría si incorporáramos chorizo.
  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No