Las versatilidad de las uvas le permiten que puedan formar parte de múltiples recetas o usarlas de distinta forma y manera: enteras, a trozos, trituradas… Además, podemos aplicar distintos métodos de cocina para preparar recetas con uva, así como también podemos cocinar varios platos tanto con uvas blancas como negras. Entre las ideas de recetas de cocina que podemos cocinar con las uvas encontramos:

• Uvas en recetas con ave: desgranamos las uvas blanca sin semilla, picamos media cebolla y la sofreímos con un poco de aceite de oliva y sal. Agregamos trozos de pollo enharinados y fritos previamente, las uvas desgranadas, rehogamos todo con vino blanco y dejamos que cueza a fuego lento.
• Una tabla de quesos acompañada de uvas: podemos presentarlas enteras o partidas por la mitad. En caso de partirlas por la mitad, también podemos aprovechar y preparar unos montaditos de queso de cabra coronados con media uva y gratinarlo junto.
• Una salsa dulce de uvas: con medio kilo de uvas, 50 gramos de azúcar y 4 cucharadas de agua podemos preparar una salsa de uvas. Bastará con hervirlo todo y pasarlo por el chino. Le añadimos una lámina de gelatina al resultado y lo calentamos hasta que se disuelva y se forme una salsa homogénea. Una vez esté fría se puede presentar con tartas de queso o entrantes a base de queso.
• Ajo blanco con uvas:  preparamos un delicioso ajoblanco y lo servimos con uvas blancas sin pepitas. La combinación de sabores nos sorprenderá.
• Escarcha las uvas: como comentábamos, existen técnicas de cocina que se pueden aplicar a las uvas para cocinar. El escarchado es uno de ellos, para el cuál sólo necesitamos pasar las uvas blancas o negras por clara de huevo batida y después por azúcar.
• Zumo de uvas: si queremos desintoxicar nuestro organismo, un buen zumo de uva puede ayudarte. Sólo necesitamos licuar un racimo de uva sin pepitas, junto a unos arándanos y unas moras. Este zumo de uvas contiene propiedades antioxidantes que ayudarán a nuestro cuerpo a combatir el envejecimiento.
• Crepes de uva: podemos preparar unos deliciosos crepes y añadirles unos granos de uva salteados en la sartén con un chorrito de zumo de naranja y un poco de azúcar.
• Gelatina de uva: también es posible hacer una gelatina casera con sabor a uva. Sólo hay que licuar medio kilo de uvas blancas, agregarle 2 cucharadas de azúcar y mezclarlo con 3 hojas de gelatina disueltas junto a otras 2 cucharadas de azúcar. Después vertemos la mezcla en los moldes y añadimos unos granos de uva blanca o negra, en función de los gustos de cada uno.

En los últimos años, son varios los aceites que han aparecido en el mundo culinario. Sin embargo, no todos son igual de saludables que otros. Si bien el aceite de oliva es el más sano, existen otros como el aceite de semilla de uva que también cuenta con las propiedades suficientes como para que podamos cocinar con él sin riesgo para nuestra salud.

Lo que hay que tener claro, es que el aceite de semilla de uva tiene un sabor característico distinto del que estamos acostumbrado con el aceite de oliva o de girasol. No obstante, esto no quiere decir que sea contraproducente su uso en nuestras recetas de cocina. El aceite de semillas de uva destaca por tener un sabor similar al del vino tinto, por lo que si sueles preparar platos con vino tinto, el aroma de este aceite no te resultará tan extraño.

Aún así, si eres de los que prefieren un sabor más neutro, existe la posibilidad de usar un aceite de semilla de uvas refinado. Este mantendrá unos niveles de ácidos grasos parecidos a la versión del aceite sin refinar, aunque no podremos esperar la misma cantidad de minerales o polifenoles, lo que reduce sus beneficios.

Tanto si queremos aprovechar el peculiar sabor del aceite de semillas de uva sin refinar, como la neutralidad del refinado, podemos añadir un chorro de este aceite a platos fríos como ensaladas, o incluso a la preparación de algunos postres.

Pero este aceite no sólo es apto para recetas frías, sino que también podemos cocinar recetas calientes con aceite de semillas de uva ya que una de sus ventajas a la hora de cocinar es su estabilidad ante el calor. Ambas versiones aguantan bien las altas temperaturas, por lo que podemos hasta freír con este tipo de aceite sin que existan riesgos para nuestra salud.

¿Y si añadimos unas uvas a un plato tradicional? Como ya comentábamos al principio, al ser tan versátiles, podemos incorporar unas uvas a una gran variedad de recetas tanto dulces como saladas, y no hay nada más salado que unas sabrosas migas.

Cómo cocinar uvas con migas

Si hay un plato tradicional que combina a la perfección con las uvas, ese son las migas. Esta receta habitual de la gastronomía española, sobre todo en el centro y en el sur, se prepara a base de harina o pan y aceite. A estos ingrediente principales se le pueden añadir otros, los cuales pueden variar según la región española donde se cocinen, aunque suelen destacar el ajo, el chorizo y la panceta.

Debido a sus ingredientes, se trata de un plato consistente y salado, así que acompañarlos de unas dulces uvas nos ayuda a suavizar su sabor, a la vez que le damos un toque de contraste muy interesante. Ni que decir tiene que comer uvas con las migas suaviza la textura de éstas y las vuelve mucho más jugosas, pues las migas suelen resultar un tanto secas al paladar.

Así que para cocinar unas migas con uvas sólo necesitaremos seguir estos pasos:

• Humedecemos con agua el pan troceado si es del día anterior
• Pelamos unos ojos, cortamos la panceta en tiras y picamos el chorizo
• Doramos los ajos en una cazuela con una buena cantidad de aceite de oliva
• Añadimos la panceta y el chorizo a los ajos hasta que se doren.
• Retiramos los ingredientes y dejamos sólo el aceite donde incorporamos el pan troceado.
• A fuego lento, removemos el pan con el aceite, evitando que se cree una pasta, y no pararemos hasta que las migas empiecen a quedar sueltas.
• Añadimos el ajo, la panceta y el chorizo a las migas sueltas y le damos un par de vueltas.
• Servimos las migas en los platos y añadimos varios granos de uva lavada. Pueden ser blancas o negras.