Cómo cocinar Gulas

Si queremos preparar una receta con gulas caliente, necesitamos saber cuáles son los mejores métodos de cocción para preparar las gulas. Existen muchas técnicas de cocina, pero sólo hay 2 compatibles con las gulas: la sartén y el microondas. Esto se debe al reducido tamaño de las gulas, a las que les basta un poco de calor para estar listas. Si optamos por métodos como la parrilla o el horno, las gulas acabarían quemadas. Por no hablar del derroche energético que supondría calentar una parrilla o un horno para hacer unas gulas.

Cómo preparar las gulas en la sartén

Cuando cocinamos las gulas en la sartén solemos prepararlas al ajillo, ya que es la mejor forma de darle sabor a las gulas sin que su textura se vea afectada. Para hacer unas gulas en la sartén necesitaremos:

• Cortar los ajos en láminas
• Colocar una sartén con un dedo de aceite a fuego medio
• Echar los ajos en la sartén cuando el aceite esté caliente
• Añadir una cayena o guindilla si queremos un toque picante, 2 si queremos que pique mucho o ninguna si no nos gusta el picante
• Agregar las gulas cuando los ajos empiecen a dorarse y rehogarlo todo junto durante 5 minutos
• Sacar de la sartén y servir en un plato o un cuenquito para poder conservar parte del aceite en el que se han cocinado las gulas.

Cómo hacer gulas en el microondas

Si queremos evitar las salpicaduras de aceite y las manchas, entonces nuestra mejor opción para cocinar las gulas es el microondas. Los pasos necesarios para cocinar al microondas las gulas son:

• Verter un chorro de aceite de oliva en un recipiente apto para microondas
• Meterlo en el microondas durante un minuto a máxima potencia
• Sacar el recipiente con aceite y añadir unos ajos laminados y una guindilla si queremos un toque picante
• Volver a calentar el recipiente con los nuevos ingredientes durante 1 minuto más
• Sacar el recipiente para retirar la guindilla y añadir las gulas
• Meter en el microondas de nuevo durante 2 minutos a máxima potencia.
• Remover las gulas con el aceite y volver a calentarlas otro par de minutos.

Podemos encontrar las gulas en diversos formatos, desde refrigeradas, hasta congeladas, pasando por las gulas enlatadas. Este último es un buen recurso si queremos tener en el armario un posible plato de gulas al ajillo listo para servir.

Normalmente, las gulas en lata llevan incluidos los ajos y la guindilla, por lo que bastará con meterlas en el un recipiente y calentarlas en el microondas a alta potencia. No debemos olvidar cubrir el recipiente con algo, ya que el calor del microondas puede hacer salpicar el aceite que llevan las gulas en lata.

En caso de optar por una lata de gulas al natural, entonces deberemos preparar nosotros el aceite con unas láminas de ajo y una cayena, tal y como hemos explicado en el proceso de cocinar las gulas en el microondas. Sólo así conseguiremos que tengan algo de sabor y ese toque picante característico.

Si hemos decidido tirar la casa por la ventana y pagar el alto precio que tienen las auténticas angulas, y no el sucedáneo (las gulas) entonces el método de preparación deberá ser distinto. Lo primero que tendremos que hacer es matar y limpiar las angulas si están vivas. ¿Y cómo sabemos que son auténticas angulas? Por el característico color translúcido que tienen. Para ello, uno de los métodos más habituales es poner a hervir agua caliente con tabaco. Después se cuela la infusión y se deja enfriar durante 10 minutos para posteriormente sumergir las angulas vivas en su interior. En cuestión de 25 minutos todas las angulas habrán muerto y llegará el turno de colarlas y lavarlas varias veces para enjuagarlas. Sólo así conseguiremos quitarles la capa viscosa que las recubre y limpiarlas por completo.

Por último, se pone a hervir agua con sal y en el punto de ebullición se sumergen las angulas ya muertas durante 10 segundos. Después deberemos escurrirlas antes de cocinarlas con la receta que queremos, tanto si son unas gulas al ajillo, una gulas con patatas o una ensalada tibia.

La versatilidad de las gulas permite que podamos preparar un sinfín de recetas con este alimento. De hecho, cada vez son más los platos que incluyen las gulas entre sus ingredientes, ya sea como principal o como acompañante. Entre las recetas que podemos hacer con gulas encontramos:

Gulas con huevo y patatas

Esta tradicional sartén está hecha a base de patatas a lo pobre, gulas y huevo. Para ello se fríen las patatas panaderas, que serán la base del platos. Después se fríen los huevos y se colocan encima de las patatas a la vez que se rompen para que la yema se disperse y finalmente hacemos las gulas en una sartén con unos ajitos y los colocamos encima de los huevos. Remover antes de comer.

Gulas con almejas

Este plato totalmente marinero se prepara a base de unas almejas bien lavadas y unas gulas. Para ello pondremos en una sartén con aceite unos ajos laminados y cuando estén dorados añadiremos las almejas que se irán abriendo con el calor y las iremos apartando en un plato. A continuación, añadimos unas cucharadas de aceite de oliva e incorporamos las gulas junto a una cayena (o pimienta si no nos gusta el picante). Rehogamos todo bien durante 2 minutos y agregamos las almejas para removerlo todo junto durante un minuto más y ¡listo!

Gulas con pasta

La pasta es otro de los ingredientes que complementa a la perfección con las gulas. Sólo necesitamos cocinar la pasta que más nos guste, dorar unos ajos laminados junto a una guindilla en una sartén, añadir las gulas y rehogarlo todo junto. Finalmente, mezclaremos la pasta cocida con las gulas al ajillo.

Ensalada de gulas

¿Es posible comer las gulas sin cocinarlas? La respuesta es sí. Las gulas son un preparado que tanto si viene congelada o refrigerada, sólo hay que esperar a que pierdan el frío para añadirlas como ingrediente a nuestras ensaladas. Si preferimos una ensalada tibia, podemos hacer unas gulas al ajillo y añadirlas a la ensalada.