Preservar los alimentos siempre ha sido siempre una necesidad para el hombre, sobre todo cuando no existían ni congeladores ni neveras. Muchas son las técnicas que se usan para preservar estos alimentos, técnicas antiguas que nada tenían que ver con la tecnología actual. La más conocida es la curar los alimentos.

¿Qué es la sal de cura?

La sal de cura es un producto que se utiliza para la conservación de los alimentos curados. Con esta técnica, se previene y retrasa el deterioro de ciertos alimentos, causados por bacterias u hongos.

La sal de cura es una combinación de cloruro sódico (sal común) y nitritos o nitratos de sodio de potasio.  Además de curar carnes y embutidos, esta combinación le proporciona un sabor bastante particular y un color rojo-rosado a la carne. Los nitritos son los responsables de este color, así como de inhibir la acción de las bacterias que pueden provocar botulismo.

¿Qué necesitamos para curar la carne en sal?

Lejos de lo que podamos pensar, no necesitamos un equipo especial. Eso sí, en estos casos, mejor curar trozos de carne que no sobrepasen los 2 kilos.  Para ello, necesitaremos utensilios que se encuentran comúnmente en una cocina.

Necesitarás pesos exactos para pesar todos los ingredientes que uses. También un cuchillo lo suficientemente afilado para limpiar la carne o un recipiente en el que la carne pueda estar cómodamente. Cuidado, pues este recipiente no puede ser metálico. Si fuera metálico, la sal podría atacarlo.

También se necesitará una tabla de madera que resista el agua hirviendo y que se pueda fregar, así como objetos pesados, para hundirla en salmuera. Además, también es recomendable un termómetro para ver la temperatura de la habitación o una fuente llana de cerámica, sin olvidarnos de que estará ocupada durante varias semanas.