Si eres un apasionado del mundo de la cocina, seguro que alguna vez te has encontrado con un término de cocina que puede haberte causado confusión. Nos referimos a acidular, una palabra poco habitual pero que, en realidad, hace referencia a una práctica habitual dentro del mundo de la cocina.

En Mami Recetas queremos que la gastronomía no tenga secretos para ti. Por eso, a continuación te descubriremos qué es acidular analizando el significado de este término y descubriéndote algunos aspectos que seguramente desconocías.

¿Qué es acidular en la cocina?

Antes que nada debemos puntualizar que el término de acidular no se usa únicamente en la cocina. Se trata de una práctica que es muy habitual en otros contextos pero, también, dentro del universo gastronómico.

Sencillamente, cuando indicamos que queremos acidular un alimento lo que estamos indicando es que vamos a llevar a cabo una técnica de cocina o método que conseguirá que un ingrediente sea más ácido. Y, para conseguir este cambio de sabor, normalmente se usan ingredientes con sabores intensos y fuertes como, por ejemplo, el vinagre o el jugo de limón. 

Debes tener en cuenta que, tanto el vinagre como el limón, son dos alimentos ácidos y, por tanto, nos ayudarán a cambiarle la acidez a la receta o ingrediente que estemos tratando. Además, aplicando estos condimentos conseguiremos, no solo que sea más ácido, sino que también se tornen más agrios o más picantes. Es por este motivo que, en algunos libros de recetas, puedes encontrar que el término "acidular" se refiere a "agriar" ya que, muchas veces, se consideran sinónimos.

¿Para qué acidular un alimento?

Existen muchos motivos por los que necesites hacer que un ingrediente sea más ácido. Por ejemplo, puede ser que queramos evitar la oxidación de las frutas o las verduras y, por tanto, una de las mejores formas de hacerlo es sumergiendo estos alimentos en agua con vinagre o limón.

También puede ser que queramos hacer una salsa o un guiso con un sabor intenso y un tanto picante. Para ello, nada mejor que optar por acidular y conseguir, así, un plato más agradable y mucho menos graso.