Las navajas son un molusco bivalvo, son invertebrados que se protegen con dos conchas. Se trata de un marisco muy delicado, su forma es muy fina y a la vez alargada, de hecho por eso recibe su nombre, mide entre 7 y 20 cm. de longitud y su sabor nos recuerda mucho al mar tiene una textura muy suave, necesitan muy poco tiempo de cocinado para dar su mejor sabor.
Cómo lavar las navajas para prepararlas
Las navajas son un marisco que puede comprarse durante todo el año, no tienen pues como otros mariscos una época típica para su consumo.
- En primer lugar debemos asegurarnos de que las navajas que compramos están frescas, es fundamental a la hora de consumir cualquier tipo de marisco. No puede tener un olor fuerte ni desagradable.
- El siguiente paso, una vez que lleguemos a casa es limpiarlas bien, para eliminar los restos de arena y poder prepararlas. Los habitantes de la costa estamos de suerte porque la mejor forma de lavarlas es utilizar agua de mar. Podemos acercarnos a la playa y coger agua en un recipiente. Una vez en casa sumergiremos las navajas directamente en el agua de mar y ellas mismas irán poco a poco soltando la arena y los restos de suciedad que puedan tener. En cuanto al tiempo de sumergido no debe ser inferior a las dos horas, para que las navajas tengan tiempo de limpiarse bien.
- Sino vivimos cerca de la costa, debemos elegir un recipiente y ponerle una rejilla en el fondo. Lo llenamos de agua fría y le añadimos una o dos cucharadas de sal gorda, La rejilla se utiliza para que las navajas no entren en contacto con la sal del fondo que podría estropearlas afectando a su sabor. El proceso es el mismo, dejar que sean ellas mismas las que vayan limpiándose poco a poco.
- Es mejor que el recipiente sea un bote alto y ancho, en el que podamos colocar las navajas como si se tratara de bolígrafos, es decir de pie. Conseguimos así que vayan respirando y moviendo de vez en cuando su concha, al hacerlo la arena va cayendo al fondo del bote. Debemos hacer al menos tres cambios de agua para garantizar mejor la limpieza de las navajas y podemos en cada cambio pasarlas por el chorro del agua corriente.
- Como precaución debemos cocinar las navajas el mismo día que las compramos, ya que su concha no cierra herméticamente, de manera que la carne queda expuesta y puede secarse demasiado. Una manera de evitarlo es guardarlas en un trapo húmedo en forma de hatillo, todas juntas, dentro de la nevera para que conserven la humedad.
- Cuando están limpias las navajas ya están listas para consumirse, se pueden comer directamente crudas simplemente añadiéndoles unas gotas de limón.
Cómo cocinar las navajas
Antes de cocinarlas hay que escurrir bien el agua con sal en la que se han limpiado las navajas. Además, a la hora de cocinarlas lo mejor es darles cocciones suaves, hacerlas por ejemplo al vapor. O cocciones muy violentas pero muy cortas, a la plancha, a la sartén o a la brasa.
Navajas a la plancha o en la sartén
Debemos calentar la plancha o la sartén, echar un chorro de aceite que limpiaremos después y cuando esté bien caliente pondremos las navajas, las sazonamos con sal y las dejamos que se hagan durante unos dos minutos. Una vez estén hechas podemos aderezarlas con una mezcla de ajo y perejil muy picados, aunque con los propios jugos que ellas sueltan también estarán muy ricas.
Navajas al vapor
Colocamos las navajas en un colador, en una olla ponemos dos dedos de agua con un poco de sal y un vasito de vino de calidad y la llevamos a ebullición. Ponemos el colador con las navajas sin que toque el agua y tapamos la cazuela, en aproximadamente un minuto estarán listas. Podemos aderezarlas con un poco de cebollino picado fino, aceite de oliva y un poco del caldo de la cocción.